viernes, 16 de noviembre de 2007

Oda al vencido


Reliquia del pasado sombrío y olvidado
Acechaste en adoptiva plenitud la locura
Huyó la vívora dolida del rayo brillante
Culpable embriaguez de mierda florida
Elogiosa metáfora proyectada al presente.

Mostraste en la trayectoria del tiempo
Tus paisajes matálicos favoritos
Como lánguido gusano quejoso de la tediosa posición
Al borde la la juventud rebelde y sentida
Tembló el futuro en divinas carcajadas.

Condenaste a la desdicha incesante y malsana
La lucidez suprema al borde del amor puro
Y gozaste inventando criaturas demoníacas
De orejas caídas y dientes de fuego
Inmensa ansiedad lejana recorrió tu cuerpo evadido.

Ofreciste en tu pecho henchido y ardiente
El perfume activo de cascabeles de plomo
Como asquerosa y concentrada clave consentida
Mórbido itinerario resistentemente combativo
Con certero ritmo triste y libertino.

Pero vano fue tu abismal esfuerzo
Porque en la plenitud de la contemplación solitaria
Se esconde una obsesión ambigua y resignada
Y las trompetas de oro solo suenan triunfantes
En el éxtasis victorioso de los vencedores.

Sueños de otoño - Oda al vencido - 15/11/07 - enriquemoreno

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo es relativo, cuestión de percepción, ya lo sabemos. No hay fracaso, no hay vencido, ni desplome moral individual. También me sale de las tripas. Siempre hay oportunidad de darle la vuelta a la entelequia, como a un calcetín, y hacerla más bella. La belleza, al fin y al cabo, no es más que una variante del amor. Y el amor nos salva.

enriquemoreno dijo...

Llevas toda la razón todo es relativo aunque creo que la belleza es algo mas que una variante del amor. Mis saludos anónimo.

Anónimo dijo...

La belleza poética empieza donde la belleza natural finaliza, decía Schumann, entendida como intervención consciente creativa del hombre en la naturaleza. Es un poco retórico, pero este acercamiento creativo, sin Amor en sentido amplio, yo no lo entiendo. Eso quise decir.