sábado, 10 de noviembre de 2007

Inertes y divinas al tiempo dormido


Inertes y divinas al tiempo dormido
Ofrece la víctima
Fumíferas y amargas bolas verduscas al viento
Clamor floreciente y juegos de espuma,
Tritura y chupa el sonido agrandado
En la garganta del infierno.

Los recuerdos salpican y explotan
Melodías en címbalos zafiros,
Torrenciales olores cabeza en manos
Embarga la ilusión paciente y secreta
Carretera tortuosa, estratificada, correosa.

Los terrones de nubes prisioneras
Leen paso a paso las boñigas del poeta,
Espíritu solitario que abreva nervios
Alimenta faunas de raíces cristalinas
Y centrifuga las sombras con iluminadas ansiedades.

Insólita crisálida
Piedra de azúcar en la noche
Desciende con ojos nevados
Como barcos en arenas movedizas
Cáscara cuidadosa y sonriente, cerrada, eléctrica.

En el horizonte magenta y frío
Visibles puñales apagan con titánico sentido
La profecía del enemigo con sangre y ruido,
Los amargos cipreses encadenan
Hileras de puentes impermeables a la deriva.

Entonces la bestia extraña y estridente
Cesa asfixiada con velo de cristal
Y muestra a la luna
El odio de su vida interior
Y la razón de su existencia.

Sueños de otoño - Inertes y divinas al tiempo dormido - 26/10/07 - enriquemoreno

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